lunes, 7 de febrero de 2011

La gata desaparecida

LA gata desaparecida
Un día por la mañana me levanté y mi gata Juguetona no estaba. Lo raro era que mi gata no vino a despertarme como todas las mañanas. Ella solia despertarme dándome lenguetazos en la cara y maullando. La llame pero no acudió, miré en el baño, el salón, y la habitación de mis padres sin encontrarla. Me puse muy triste y fui a desayunar a la cocina y allí la vi sentada en la silla comiendo su comida favorita, me alegré mucho. Aquella mañana se despertó con más hambre que de costumbre, pero al verme acudió a darme lenguetazos.Porfin encontré mi gata desaparecida.

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